La actividad manufacturera ha sido una de las principales causantes de la degradación del planeta. Hay que actuar ya (vamos con bastante retraso) para que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando el plástico sin perjuicio de su salud. 

Por Miquel Fontbona

 

En el punto de mira está el plástico, que desde los años 50 ha crecido su uso de forma exponencial, algo que, centrándose en los envases de plástico ligeros, se entiende perfectamente por ser un material con propiedades organolépticas, de barrera, físicas y químicas difícilmente mejorables a un coste asumible.

Por supuesto, debemos de invertir en nuevos materiales alternativos al plástico en el sector del packaging, con menor impacto en el medio ambiente, pero al mismo tiempo apostar por la optimización de toda la cadena que interviene en el amplio proceso productivo y de reciclado del plástico:

 

• Invertir en el proceso de producción para que se facilite la posterior recuperación, separación y reciclado del plástico ya usado.
• Mejorar en todo el proceso de recuperación, selección y separación de los plásticos post consumo y como promover esta recuperación y post-reciclado.
• Fomentar a las empresas y organismos públicos el uso de productos y materiales con plástico reciclado, en los ámbitos y sectores que lo permitan.

 

Podemos prescindir del plástico en algunas aplicaciones, pero no en otras, y en aquellas donde no podemos permitirnos prescindir de él, lo que debemos mejorar es en la continuación y salida del plástico ya usado para la fabricación de nuevos productos.

 

Una de las formas de reducir el impacto medioambiental del plástico, además de disminuir el consumo, es incrementar el reciclado para transformar los residuos en nuevos productos. Esto supone un ahorro en consumo de materias primas, energía y emisiones, y contribuye a una economía circular.

Y sobre todo para que evitemos que los plásticos ya usados terminen en vertederos, incinerados o en la naturaleza... y esto sí es cosa de todos.

 

Miquel Fontbona Puig es director comercial de INKA PALET (Santa Coloma de Farners, Girona), compañía fundada en 1999 con el objetivo de ofrecer toda la gama y diferente tipología de palets existentes en el mercado.

Especializada en el sector del embalaje y la logística, entre sus últimas novedades destaca la línea «ECO», palets y elementos de embalaje fabricados a partir de plástico reciclado proveniente de la recogida selectiva, mediante el contenedor amarillo. Tras un proceso previo de selección, extrusión y prensado se consigue un material hidrófugo y de larga durabilidad, ideal para la fabricación de elementos para el embalaje y la logística, como palets, mini-palets, bobinas, carretes, cuñas, tapas, portabobinas y pies de vallas.

 

www.inka-palet.com