A finales de este año, unas piezas de arte únicas enriquecerán el paisaje dinámico y cultural de la ciudad norteamericana de Austin, Texas. Las esculturas interactivas, llamadas “Kempelen's Owls”, consisten en dos búhos cornudos de Texas, cada uno de 3 metros de altura y fijado sobre una base dodecaedra. Los platos giratorios de igus, libres de lubricación y mantenimiento, sirven para soprender a los transeúntes.

Los “Kempelen's Owls” están basados en las máquinas del inventor del siglo XVIII Wolfgang von Kempelen. Próximamente, estarán expuestos de forma permanente a solo unos pasos de la Biblioteca Pública de Austin y de un animado distrito comercial. Dan Sternof Beyer, fundador y director creativo de New American Public Art, un estudio multidisciplinario que conceptualiza, diseña, fabrica e instala proyectos interactivos, afirma: “La gente dirá: "Quedamos en los búhos"“. Cada búho reposa sobre un dodecaedro, una figura geométrica de doce caras. Lo que hace que estas esculturas sean únicas es un mecanismo secreto que permite a los visitantes girar la cabeza de los búhos a escondidas. Sternof Beyer explica: “El mecanismo está oculto a simple vista y es fácil de usar. Este hará que las personas que pasen por allí se sorprendan”.

 

Fuente: igus GmbH

 

 

La cabeza se mueve gracias a un plato giratorio de igus

El componente fundamental de esta obra es un plato giratorio de igus, el especialista de Colonia en plásticos para movimiento. El plazo giratorio PRT-01-300 permite que el búho pueda mover la cabeza. Se trata de un componente exento de lubricación y mantenimiento, con una gran capacidad de carga y muy resistente al desgaste. Según palabras de Sternof: “El plato giratorio que hace girar la cabeza del búho es una de las piezas más importantes del proyecto, tanto a nivel práctico como conceptual”. Y añade: “Los requisitos eran muy específicos: el plato tenía que ser muy ancho para que los elementos mecánicos y de iluminación pudieran pasar por su interior. También debía soportar grandes cargas axiales y dinámicas para garantizar un funcionamiento seguro en zonas públicas, y era importante que fuera de bajo mantenimiento a pesar de estar expuesto a diversas condiciones meteorológicas. Estos requisitos de calidad tan estrictos eliminaron prácticamente el 90 por ciento de los platos giratorios del mercado”.

 

Un plato giratorio exento de lubricación y mantenimiento garantiza un movimiento seguro de la cabeza del búho, incluso al exponerse a las condiciones meteorológicas más variadas.

(Fuente: igus GmbH)

 

 

La superficie deslizante del plato giratorio de igus está hecho con iglidur J, un plástico técnico que se caracteriza por una buena resistencia química, amortiguación de las vibraciones y absorción de humedad. El anillo tiene una carga axial estática de 27 000 newtons y una carga axial dinámica de 7000 newtons. “Al tener un gran diámetro exterior (450 mm), hace falta menos material escultórico en voladizo, y su gran diámetro interior (430 mm) nos permite pasar a través los cables de fibra óptica, que se encargan de iluminar los ojos de los búhos por la noche”, explica Sternof Beyer. Los platos giratorios de igus se utilizan en varias aplicaciones industriales. Por ejemplo, se han incorporado en un sistema de manipulación para la conducción de corriente en un semiconductor, en una luz giratoria, en un equipo de soldadura automatizado y en un panel de control de una máquina herramienta. También se utilizan en diversos sectores como tecnología médica, packaging, procesado de alimentos, tecnología solar, sistemas de asientos y manipulación de materiales.

 

www.igus.es