Gracias a la automatización, las empresas de alimentación y bebidas ya pueden prepararse para el futuro que vendrá tras la pandemia de la COVID-19 y así aumentar su competitividad y productividad.

 

Robert Brooks

 

La pandemia del coronavirus ha planteado enormes desafíos a empresas de todos los tamaños y en todos los sectores. Según Deloitte Global, las empresas de alimentación y bebidas se enfrentan tanto a una reducción considerable del consumo como a interrupciones de las cadenas de suministro, pero ¿cómo pueden los productores adaptar sus estrategias empresariales, procesos de producción, fábricas y maquinaria a las nuevas circunstancias, ya sea para enfrentarse a la pandemia o a largo plazo? La crisis actual ofrece una oportunidad para que se replanteen los procedimientos obsoletos y se utilice la automatización para aumentar la productividad, la eficiencia y la calidad. Las empresas de alimentación y bebidas que deseen estar preparadas para el futuro deberían evaluar las oportunidades y posibilidades que ofrecen las innovaciones en robótica, la tecnología de sensores y los enfoques de automatización integrales. Este tipo de proyectos debe tener en cuenta cuatro factores y perspectivas clave en el mercado: los empleados, la calidad del producto y del embalaje, la flexibilidad en la producción y la sostenibilidad.

La automatización en este contexto no hace referencia tan solo a la robótica o la inteligencia artificial, sino al buen diseño de una estructura general de robots fijos, colaborativos y móviles; tampoco hay que olvidar la tecnología de monitorización y control junto con la tecnología de visión y sensores adaptada a los requisitos de producción específicos. Además, las distintas partes interesadas e impulsores del mercado no deben tenerse en cuenta de forma independiente sino como un todo integrado en la estrategia de producción del futuro.

 

1. La colaboración y la armonía en la fábrica son claves

Lo primero que debe tenerse en cuenta sobre este tema son los empleados, la mano de obra de la automatización industrial. Robert Brooks, el responsable de marketing industrial en alimentación y bebidas de Omron Europe opina: «Ahora mismo hay millones de personas que trabajan en estos sectores. Esto tiene un enorme impacto en los productores en cuanto a costes, pero principalmente en cuanto a la salud y seguridad de los recursos humanos. Las empresas deben adoptar nuevas medidas como consecuencia de la pandemia, como el distanciamiento físico y normas de seguridad más estrictas. La automatización puede ayudar a superar estas dificultades además de mejorar la seguridad y la eficiencia a largo plazo». Un ejemplo muy sencillo de esto serían las soluciones con cobots o robots móviles que liberan a los empleados de tareas repetitivas y complicadas para que puedan centrarse en sus responsabilidades con valor añadido.

 

Daniela Moles, experta en comunicación del socio de soluciones de Omron, LCS Group, explica: «Hemos llevado a cabo un proyecto para implementar un sistema completamente automático para manipular rollos de tela de hasta 30 kilos. Hasta ahora, esta tarea la llevaban a cabo los trabajadores. Automatizar esta agotadora labor consiguió que la empresa pudiese ayudar a sus empleados, a la par que se aumentaba la eficiencia y la productividad. El valor de la automatización reside en la combinación de personas y máquinas, robots e IA. La clave está en la colaboración». Mientras que los robots poseen claras ventajas en cuanto a rapidez y precisión, las personas pueden hacerse cargo de temas importantes para la empresa, comunicarse con los clientes y ocuparse de sus responsabilidades diarias individuales. En cuanto al ROI, un aspecto bastante importante, las empresas deberían centrarse cada vez más en permitir que los trabajadores realicen tareas con valor añadido, algo verdaderamente crucial para los productores en el futuro. Además, la automatización puede suplir la falta de expertos en el mercado laboral. Los robots colaborativos y móviles pueden trabajar junto al personal para ayudarles a levantar o transportar mercancías, materiales, etc., además de llevar a cabo tareas que los empleados no podrían realizar debido a la distancia o a las normas de seguridad. 

 

2. La importancia cada vez mayor de la calidad y la trazabilidad de los productos

La calidad del producto y de la producción, junto con la trazabilidad, son otros aspectos cada vez más importantes tanto para los productores como para los clientes.  La calidad de los códigos de barras es un buen ejemplo de un elemento clave en distintas aplicaciones. Las normativas de las organizaciones internacionales como ISO o GS1 se han adoptado ampliamente, pero también es posible que haya nuevas especificaciones concretas para cada proyecto impulsadas por los proveedores y los clientes. Por esta razón, se necesitan sistemas y herramientas fiables que garanticen que el código de barras sea correcto y legible. Además, pueden añadirse otras soluciones para que comprueben también el aspecto o la integridad de los paquetes. Alberto Giordani, responsable de proyectos y productos en Alfacod, socio de soluciones de Omron, explica lo siguiente: «Las soluciones innovadoras son capaces de comprender el nivel de calidad y saber si ha disminuido antes de que sea demasiado tarde. Gracias a esto puede planearse un mantenimiento preventivo para evitar errores que podrían resultar muy costosos. En el sector alimentario es muy útil comprobar las etiquetas conforme las imprime la máquina de transferencia térmica con un verificador de códigos de barras integrado en la propia impresora. Los clientes, especialmente si son grandes empresas de distribución, desean recibir solamente los productos con la información, el etiquetado y los códigos de barras correctos. Si esta información fuera errónea o estuviera incompleta, podrían devolver los productos o imponer multas al proveedor».

La información de los paquetes en forma de códigos de barras también es cada vez más útil para los consumidores en el punto de venta. Cuando se pasa el código de barras en un sistema de autoescaneado o en las tiendas al por menor, los clientes pueden recibir la información sobre alérgenos u otros ingredientes específicos como el gluten. Además, los consumidores cada vez tienen más interés en saber datos como, por ejemplo, el país de origen; por otro lado, los productores quieren interactuar con el cliente a través de la información del producto. No solo eso, también existe una estrecha conexión entre la automatización y la trazabilidad (tanto interna como ajena al productor), lo que protege la reputación de la marca del productor y reduce los costes. Robert Brooks, de Omron, añade: «Otro ejemplo muy sencillo es la solución de verificación que utiliza sistemas de visión o RFID conectados al software de gestión de la producción para contribuir a la disminución de problemas relacionados con etiquetas o códigos erróneos».

 

3. La flexibilidad será el motor que impulse la producción de alimentos del futuro

Mientras que en otros sectores el «tamaño de lote 1» está muy de moda y es uno de los objetivos a los que aspiran muchos productores, el sector de la alimentación todavía está estrechamente relacionado con los volúmenes. A pesar de esto, actuar de forma cada vez más flexible y ágil debería ser una prioridad para satisfacer las crecientes demandas de los clientes y cumplir con los cambios en las normativas. Los robots móviles y las líneas de producción flexibles ofrecen un gran apoyo a las empresas. Daniela Moles describe a un cliente de LCS que produce cápsulas de café: «Nuestro cliente recibe pedidos de cápsulas muy diferentes: de plástico normal, reutilizables o ecológicas, y de distintos tamaños y colores. Al implementar una flota de robots móviles de Omron capaz de controlar las fluctuaciones en la demanda durante largos periodos de tiempo o manejar dos pedidos completamente diferentes, fuimos capaces de ayudarles a conseguir un entorno más flexible en sus instalaciones. Ser capaz de adaptarse y evolucionar será cada vez más importante en el futuro».

Muchas soluciones aún dependen de sistemas de transportadores inflexibles, mientras que con las soluciones con robots móviles, el productor cuenta con la flexibilidad de poder mover las existencias y consumibles hasta el lugar adecuado en el momento correcto. Además, es muy fácil enseñar a los cobots, y son fáciles de implementar y transportar, lo que los convierte en una pieza clave a la hora de conseguir más flexibilidad. Los robots móviles son capaces de cambiar sus rutas de forma rápida y dinámica para evitar obstáculos o priorizar diferentes tareas. Incluso pueden personalizarse con complementos y accesorios especiales para conseguir aún más flexibilidad. De hecho, la última solución de Omron combina la tecnología móvil y los cobots para ofrecer una solución de manipulación móvil o MoMa.

 

4. De camino hacia una producción de alimentos sostenible

Según PwC, el 75 % de los clientes de los supermercados preferirían comprar productos con el mínimo embalaje posible. Sin embargo, los envases protegen el producto y aportan información, por lo que es importante encontrar el equilibrio entre ambos. A nadie le sorprenderá saber que los plásticos y envases flexibles continuarán creciendo en el futuro. Por esta razón, las empresas del sector de la alimentación y las bebidas deben pensar en el tipo de materiales que utilizan para empaquetar sus productos. La automatización está estrechamente ligada a la sostenibilidad. Un ejemplo muy simple para ilustrarlo: mediante la automatización puede controlarse la temperatura y la presión, lo que garantiza que el producto se envasa correctamente, reduciendo así los residuos generados. Un ejemplo más detallado: un productor debe tener en cuenta distintas variables, como el grosor de los envases, la temperatura ambiente o la velocidad de aplicación del film de embalaje. Por ello se requiere un sistema que pueda capturar datos en tiempo real y analizarlos para luego tomar decisiones: «Si somos capaces de procesar y leer los datos, tenemos lo necesario para trabajar mejor e implementar medidas sostenibles para alcanzar un futuro más ecológico», comenta Robert Brooks.

Un buen ejemplo de tecnología innovadora sería el controlador Sysmac AI de Omron, una solución de inteligencia artificial que recopila y utiliza datos en dispositivos "edge" dentro de un controlador para prolongar la vida útil de los equipos y detectar anomalías para prevenir fallos. Combina las funciones de control de las líneas de producción y equipos con procesamiento de IA en instalaciones de producción en tiempo real.

 

La información en tiempo real es vital para la producción de alimentos del futuro

Con la mirada puesta en el futuro y la experiencia adicional que se ha adquirido durante la pandemia del coronavirus, las empresas del sector alimentario han comenzado a buscar nuevos sistemas y tecnologías que les ayuden a reducir la carga de los empleados, a aumentar la calidad de sus procesos y productos, y a actuar de forma más flexible y sostenible. Deben estar al tanto de los sistemas inteligentes y conectados que combinan robótica, cobots, tecnología de visión y de sensores, además de una sólida recopilación de datos y capacidad analítica, interacción hombre-máquina y una trazabilidad completa, para ofrecer información en tiempo real y conseguir un futuro que se centre en el cliente.

 

Robert Brooks es responsable de marketing industrial en alimentación y bebidas de Omron en Europa